sábado, 26 de febrero de 2011

PRESENTACIÓN DE NINTENDO 3DS

A estas alturas no debe de quedar ningún aficionado a los videojuegos que no haya oído hablar de la nueva Nintendo 3DS, la primera consola en incorporar una pantalla 3D; pero hay mucho más en la nueva portátil de Nintendo. Asistimos a su presentación en Madrid para conocer de primera mano más detalles sobre la 3DS y probar sus nuevas posibilidades.

“Para Nintendo, la tecnología es una herramienta y no un fin”. Con esta frase, que define perfectamente el sentido de la innovación tecnológica que supone la 3DS, abría la presentación Pepe Arcas (responsable de prensa especializada de la compañía nipona). La Nintendo 3DS es la primera en ofrecer una pantalla en 3D para la que no hay que usar gafas; la primera en aprovechar al máximo la realidad aumentada gracias a su cámara frontal tridimensional; la primera en conectarse al mundo al integrar el uso de las redes wifi más allá de las compras online... Pero todo esto no son más que herramientas. El fin de Nintendo es poner en manos del usuario una experiencia de juego completa y versátil, única por sus posibilidades; ofrecer a sus desarrolladores y a las third parties las herramientas necesarias para crear juegos que lleguen a donde nunca pensamos que podía llegar una consola portátil. Después de probar la nueva máquina podemos decir (aún a falta de ver el desarrollo que se dé a sus posibilidades) que, una vez más, lo han conseguido. 

Una herencia de innovación

Tal y como recordó en su charla Pepe Arcas, la compañía de Miyamoto tiene una larga tradición en buscar siempre un paso más en la experiencia de juego: “cada vez que Nintendo saca una consola, empieza a trabajar automáticamente en la siguiente”. De hecho ya habían intentado algún acercamiento a las tres dimensiones, pero hasta ahora las escasas tentativas siempre incluían accesorios caros y voluminosos; la clave para desarrollar la 3DS era asegurar que pudiera usarse en cualquier circunstancia, sin necesidad de ningún otro aparato que no sea la propia máquina (tal y como afirmó Pepe Arcas durante la presentación, “quedaría un poco raro ponerse unas gafas de colores en un autobús”). Esta nueva máquina portátil es el resultado de muchos años de trabajo para crear una tecnología  accesible a un precio razonable; hasta hace muy poco, las pantallas en tres dimensiones eran demasiado caras para que estuvieran al alcance del público general. 

La irrenunciable carga histórica de Nintendo incluye las licencias clásicas de videojuegos, un sello personal inconfundible: por ejemplo, los distintos títulos de Mario Bros (Mario Kart, Mario Sports, Paper Mario...), Donkey Kong, Starfox, Pilotwings… Todos ellos vivirán sus aventuras (en esta ocasión tridimensionales) en la nueva portátil; pero sin descuidar el trabajo de las third parties, que desde el nacimiento de la DS original han desarrollado un trabajo extraordinario con sagas ya clásicas como la del profesor Layton, las adaptaciones de Advance Wars, King of Fighters y Metal Gear...  

La 3DS a examen

Las características básicas de la Nintendo 3DS ya son conocidas: una pantalla doble en la cual la inferior es táctil y la superior emite imágenes en tres dimensiones, graduables con un botón deslizante: uno puede elegir el grado de profundidad de la imagen desde 3D total hasta desactivarlo por completo. La posibilidad de graduarlo es muy útil, puesto que no todo el mundo ve exactamente igual las 3D y además así evitamos cansarnos la vista demasiado. Además incluye giroscopio y acelerómetro integrados como los mandos de Wii, por lo que la máquina puede detectar nuestros movimientos en todas direcciones: ¡quién nos iba a decir que jugar con videojuegos iba a ser tan cansado! La Nintendo 3DS añade un pequeño joystick analógico para los que lo prefieran a la clásica cruceta. Aquí hay que darles un pequeño tirón de orejas a Nintendo por no pensar en los zurdos: ¿tan difícil es comercializar (aunque sea por encargo) una línea de consolas con los controles invertidos, para no tener que volverse ambidiestro para utilizar el joystick y el lápiz táctil a la vez? 

La consola es más o menos del mismo tamaño y peso que una DS, si bien la pantalla superior es algo más ancha para poder emitir una imagen tridimensional de calidad. La duración de la batería (entre 3 y 5 horas a pleno funcionamiento y más de 4 días encendida en sleep mode) es correcta habida cuenta de las muchas acciones que llega a soportar a la vez. La batería puede cargarse con el clásico cargador de enchufe o con una base de carga, ideada para que la consola tenga su propio espacio en una estantería de casa. 
La Nintendo 3DS incluye de serie unas cuantas funcionalidades muy interesantes: la cámara para realizar fotos en tres dimensiones (con algún add-on divertido, como la posibilidad de añadir efectos a las fotos, etc.), la tienda online y el navegador de Internet (ojo: compañías como Eurosport y Aardman, los autores de Wallace y Grommit, han firmado acuerdos con Nintendo para distribuirles contenidos en 3D), un contador de pasos, un bloc de notas que permite exportar los apuntes en JPG... Algunas de estas aplicaciones permiten interactuar con los juegos: por ejemplo, el contador de pasos “premia” que caminemos con la consola encendida en un bolsillo regalando monedas virtuales que podemos canjear por contenidos especiales. Hay que aclarar, eso sí, que algunas de las opciones (como la tienda y el navegador) no estarán disponibles desde que la consola esté en las tiendas y tardarán algo más en ofrecerse a pleno rendimiento. Por cierto: la consola es multitarea, por lo que uno siempre podrá salir del juego al que está jugando, apuntar algo en el bloc, buscar un dato en Internet y regresar al juego...

No podemos olvidarnos de los contenidos de realidad aumentada que ofrece la 3DS de serie: seis tarjetas que acompañan a la consola y que dan acceso a minijuegos con los que podremos ver cómo nuestro salón, la cocina o (si no tenemos mucha vergüenza) el autobús se llenan de dragones a los que disparar con nuestra consola. Estos pequeños juegos, muy bien conseguidos (por poner un ejemplo, nos aparece una caja y para mirar en su interior hay que, literalmente, ponerse de pie y agacharse mirando “a través” de la consola) dan una clara idea de la experiencia de inmersión que un videojuego de 3DS puede llegar a ofrecernos. En el que probamos nosotros había que buscar y disparar a pequeñas cajas y dianas en un escenario tridimensional; para encontrarlas hay que caminar en círculos, “asomarse” a cuevas, agacharse, mirar desde arriba... Hasta que, derribados todos los objetivos, aparecía un dragón disparando fuego; en este momento nos toca esquivar sus disparos y moverse hasta encontrar sus puntos débiles. Realmente divertido, pero sólo apto para jugar en espacios privados.

También hay que destacar el adictivo shooter que incluye de serie, Face Raiders (traducido como por alguna razón “Atrapacaras”): la máquina nos tomará una foto, que mutará en unos pequeños robots voladores con nuestra cara modificada; para destruirlos tendremos que dispararles a todo trapo mientras giramos en todas direcciones, nos agacharnos y esquivamos sus ataques: una forma divertidísima de presentar desde el primer minuto las posibilidades de la consola.

Una de las opciones que más llama la atención son las llamadas spotpass y streetpass; ambas implican que la consola se conecte por su cuenta a Internet o a otras consolas, sin que nosotros tengamos que hacer nada, para conseguir nuevos contenidos. El spotpass es un paso más en el empleo de las redes wifi: al dejar la máquina cerca de una conexión a Internet recibirá automáticamente contenido gratuito para los juegos, aplicaciones... De esta forma Nintendo quiere conseguir que cada vez que encendamos la consola nos encontremos algo nuevo. El streetpass es algo diferente: la 3DS puede intercambiar cierta información con otras consolas con las que se cruza (nunca datos privados; y en cualquier caso, el usuario decide qué comparte y qué no), lo que permite modos de juego tan curiosos como el que incluye el nuevo Street Fighter: un sistema con el cual los personajes de cada jugador “pelearán” con los de las consolas que se cruce, para obtener así regalos, nuevos trajes y escenarios, etc. Por ahora esto no es más que una posibilidad, pero apunta a usos de juego nunca vistos hasta ahora. Por poner un ejemplo: ¿os imagináis un juego en el que interpretemos a un detective que encuentra nuevos testigos al cruzarse con otras 3DS en streetpass...? ¿Y por qué no llevar todo el día a tus pokémon preparados para el combate? Si a todo esto le sumamos la posibilidad de crear una lista de amigos para poder jugar con cualquiera de ellos por Internet, un sistema mejorado de creación e intercambio de Mii (hasta el punto de que te hace el tuyo de forma automática a partir de una foto) y que siempre tenemos, si queremos asegurar nuestra privacidad y seguridad, la posibilidad de apagar el wifi... Podemos ver que la nueva Nintendo 3DS está preparada para aprovechar cualquier idea que se le pase por la cabeza a alguno de esos genios locos que se dedican a diseñar videojuegos. 



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